Es un día para la memoria y reflexión en esta larga lucha por la dignidad de las mujeres, tomando como icono las 127 heroínas inmoladas aquel 8 de marzo de 1909 en Nueva York. Clara Zetkin socialista alemana luchadora de esta causa, impulsó al año siguiente se estableciera en memoria al valiente y osado reclamo de aquellas trabajadoras textiles, el 8 de marzo día internacional de la mujer. Mujeres que pagaron con su vida, la demanda por menos horas de trabajo para cuidar a sus hijos y familia, contra el trabajo infantil, mayor salario… y lejos de escucharlas de negociar y mejorar en algo las condiciones de trabajo y la vida cotidiana, estas 127 trabajadoras fueron quemadas vivas en la fábrica donde realizaban su protesta. Clara Zetkin junto a Rosa Luxemburgo fueron pioneras de la emancipación femenina.
Sin embargo no se trata de separar la lucha de mujeres y hombres por una vida mas justa. En Argentina también hemos contado con heroínas de aquel talante, en quien fuera la principal precursora allá por 1890, Virginia Bolpen y sus compañeras, como también Evita por el derecho al voto, las madres de Plaza Mayo, etc. Como antes también en nuestra América, en la guerra por la independencia, como lugarteniente Micaela Bastidas, la Coronela Juana Azurduy, Capitana Ña'María en el ejército que liderara Belgrano, etc. Y como el hilo se corta por la parte mas débil, esta lucha que es el último eslabón de la cadena de opresión, se ha de resolver en el proceso de una sostenida revolución cultural. Por lo que se hace necesario el acompañamiento también de los hombres, a partir de la reflexión necesaria de la sociedad en su conjunto. Sea por el trato desigual para valorar la calidad de los trabajos como los de ciencia y técnica, para ocupar cargos, recuperar la dignidad plena de personas en lugar de instrumento de uso y explotación, etc.
Continuemos la lucha que es la alegría de soñar día a día una existencia digna y plena.
